El décimo aniversario de la muerte de
Néstor Kirchner sirvió de escusa para que la vicepresidenta marcara sus cada
vez más inocultables diferencias con el gobierno de Alberto Fernández.
En un
breve documento titulado “27 de octubre. A diez años sin él y a uno del
triunfo electoral: sentimientos y certezas”, la vicepresidenta describió
más sus “sentimientos” que sus “certezas”. Especialmente,
Cristina habló de sus rencores contra sus críticos de ayer transformados hoy en
aliados necesarios.
Porque
en el texto dado a conocer hoy por la expresidenta se perciben claramente tres
temas: una dura crítica al presidente Alberto Fernández y a algunos
funcionarios y aliados del Frente de Todos; una defensa de las gestión de
gobierno llevada a cabo por las administraciones de su esposo y de ella misma
y, por último, un feroz ataque al gobierno de Mauricio Macri.
Cristina
Fernández de Kirchner comenzó justificando su ausencia al acto motorizado por
el gobierno para conmemorar el décimo aniversario de la muerte de Néstor
Kirchner en la entronización de una estatura que fue retirada por el gobierno
de Ecuador de su emplazamiento en la sede de la UNASUR en Quitó al conocerse
los escándalos de corrupción protagonizados por el expresidente argentino.
Luego
inició una prolongada crítica contra los funcionarios del gobierno y sus
aliados del Frente de Todos sin dar nombres. Comenzó criticando la actitud
dialoguista y moderado del presidente Alberto Fernández que según ella no
impidió que lo “maltrataran” los periodistas opositores.
En
especial, Cristina censuró la asistencia del Presidente al Coloquio de Idea. “En
un famoso encuentro empresario denominado como lugar de ideas, en el que el
mientras el presidente de la Nación hacia uso de la palabra, los empresarios
concurrentes lo agredían en simultáneo y le reprochaban, entre otras cosas, lo
mucho que hablaba”, dijo Cristina Kirchner.
La
vicepresidenta aprovecho también para criticar al gobierno por los “funcionarios
y funcionarias que no funcionan (sic.) y más allá de aciertos y
desaciertos”. Frase en que se adivina una crítica al jefe de Gabinete
Santiago Cafiero y a la ministra de Justicia Marcela Losardo.
Es
evidente que Cristina Kirchner no olvida ni perdona los agravios recibidos y en
esta oportunidad lo dejó muy claro, al afirmar: “durante el gobierno
macrista se perpetró una persecución sin precedentes contra mi persona, mi
familia y contra muchos dirigentes de nuestro espacio político.”
“A
nosotros nunca nos movió el rencor ni la venganza”,
señaló Cristina Kirchner para luego realizar una suerte de “pase de
facturas” a quienes integran las filas del Frente de Todos.
Destacó
su sacrificio al “resignar la primera magistratura para construir un frente
político con quienes no sólo criticaron durante nuestros años de gestión
(en clara alusión a Alberto Fernández, Felipe Sola y Roberto Lavagna entre
otros) sino que hasta prometieron cárcel a los kirchneristas en actos
públicos (como Sergio Massa) o escribieron libros en mi contra” (en
referencia a la Secretaria Legal y Técnica y astróloga presidencial Vilma
Ibarra).
Por
último, Cristina Kirchner dedicó gran parte de su texto para insistir en la
crítica despiadada contra la gestión de Mauricio Macri a quien acusó, entre
otras cosas, de “chocar la calesita”.
Con
este documento, la vicepresidenta aprovecho la ocasión para distanciarse
públicamente del fracaso de gobierno de Alberto Fernández y hacer manifiestas las
inocultables diferencias dentro del Frente de Todos.
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