El
monarca marroquí lanza nuevas medidas para impulsar del desarrollo integral del
Reino atacando la pobreza rural y el desempleo de los jóvenes.
En los
últimos años el Reino de Marruecos ha tenido un importante crecimiento
económico: ha recibido importantes inversiones industriales de la Unión
Europea, se ha convertido en un actor económico clave en África donde es el
segundo inversor en el continente y el primero en África Occidental.
Sin
embargo, como ocurre en la mayoría de los países el crecimiento económico no se
distribuye homogéneamente, no llega a todas las personas en la misma forma ni
en el mismo momento. Tampoco se distribuye por igual a todas las regiones. Las
áreas rurales más lejanas suelen ser las menos favorecidas en la distribución
de la riqueza.
También
los jóvenes que terminan sus estudios y se suman cada año al mercado de trabajo
sin tener mayor experiencia laboral o contactos comerciales son los más
afectados por la desocupación.
El rey
Mohammed VI sabe esto perfectamente esto y trabaja para atenuar estas
disparidades. Como primera medida ha impulsado una importante reducción en las
tasas de interés bancario para las pequeñas y medianas empresas en todos los sectores,
incluida la agricultura y especialmente en el financiamiento para emprendedores
jóvenes.
La
Agrupación Profesional de Bancos de Marruecos y el Banco Central de Marruecos
(Bank Al Maghrib) respondieron a la iniciativa real limitando las tasas de interés
a 2% y al 1,75% para las zonas rurales, a pesar de que en este ámbito el riesgo
crediticio es más elevado debido a las características del mercado, el
imperativo climático y las fuertes variaciones internacionales de los productos
agrícolas.
La
medida no tiene precedentes en el mundo financiero marroquí. Nunca las tasas de
interés bancario han estado tan bajas en el Reino y el propósito de esta rebaja
es que los jóvenes empresarios puedan encontrar un financiamiento más rápido y
de menor costo para sus proyectos.
También
la Fundación Hassan II aportará su esfuerzo destinando doscientos millones de euros como apoyo a la Fundación
de Apoyo al Financiamiento de la Iniciativa Empresarial, destinado
especialmente al mundo rural. Parte de esos recursos se destinarán a brindar
una mayor capacitación laboral a los jóvenes y en apoyar iniciativas de
inversión en nuevos emprendimientos que generen puestos de trabajo para la mano
de obra marroquí.
Sin
embargo, las medidas para la reducción de la pobreza no implican reducir las
inversiones en infraestructura que proyecta realizar el Reino en 2020. Tales
como el enlace por autopista con el nuevo puerto de Nador West Med que
implicará un costo de 450 millones de euros y la construcción de la autopista
de circunvalación de Casablanca a lo largo de 31,5 km.
La red
ferroviaria se ampliará con conexiones a los puertos de Nador West Med y el
puerto de Safi a un costo de aproximadamente 330 millones de euros. A ello se
suman las inversiones previstas en infraestructuras de salud, educación y
bienestar público.
Estas
obras de infraestructura además de generar cientos de puestos de trabajo en la
construcción cumplen otros propósitos: mejorar la calidad de vida de los
marroquíes, al generar mayores facilidades para el transporte impulsan el
desarrollo industrial y comercial y también contribuyen a ampliar la oferta
turística en un país que recibe anualmente once millones de visitantes que
aprecian la cultural marroquí, consumen su hotelería y gastronomía y llevan sus
artesanías por el mundo.
Este
apoyo a las nuevas inversiones demuestran la permanente preocupación del rey
Mohammed VI por el bienestar de su pueblo y los esfuerzos que continuamente
realiza para atender sus necesidades siempre crecientes.
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