Los sufridos docentes bonaerenses siempre
resultan postergados por todos los gobiernos, en muchos casos con la
complicidad de dirigentes gremiales más preocupados por atender los intereses del
partido político al que pertenecen y por las prebendas que consiguen.
El
gobierno de la provincia de Buenos Aires, en manos del kirchnerista
Axel Kicillof, anunció que los docentes cobrarán en los próximos días un
aumento del 11,7% por la aplicación de la “cláusula gatillo” del último
trimestre de 2019. Pero quedó pendiente el pago del monto correspondiente al
mes de diciembre del año pasado que se abonará recién en marzo.
La decisión del gobernador Kicillof demuestra una vez más que los
docentes bonaerenses siempre resultan postergados gobierne la provincia quien
la gobierne: Felipe Solá, Daniel Scioli, María Eugenia Vidal o ahora Axel Kiciloff,
los docentes bonaerenses siempre somos la “variable de ajuste”.
Si la provincia de Buenos Aires tiene problemas económicos estos no se
generaron únicamente en los últimos cuatro años. La deuda que se intenta
renegociar corresponde a bonos emitidos por el entonces gobernador Daniel
Scioli quien estuvo ocho años al frente de la provincia y la dejó hecha un
desastres.
Pero, la cuestión no pasa por quien endeudó a la provincia sino por
quien debe hacer el esfuerzo económico para superar la crisis. Y estos no son
los docentes. Los trabajadores de la educación de la provincia de Buenos Aires
siempre han contribuido con su trabajo diario para dar a los niños y jóvenes bonaerenses
la mejor educación posible y las mayores oportunidades para mejorar su vida.
Es injusto que se le pidan nuevos sacrificios a quienes siempre han
colaborado y que viven, en muchos casos, al borde de la pobreza con salarios depreciados
y a veces exponiendo sus vidas en establecimientos educativos en pésimas
condiciones edilicias.
Pero, lo más injusto es la actitud de algunos dirigentes que dicen
representar a los docentes y que
terminan poniendo sus intereses personales y los de su partido político por
delante de los intereses de sus representados.
Tal es el caso, del Secretario General de Suteba, Roberto Baradel, que
no sólo participó activamente de la campaña presidencial del Frente de Todos
sino que negoció la Subsecretaría de Promoción Cultural de la provincia para su
pareja Lorena Riesgo.
Eso aquí y en la China es un claro conflicto de intereses. No se puede
ser activo militante del partido gobernante, esposo de una funcionaria, y al
mismo tiempo exigir a ese gobierno el cumplimiento de sus compromisos con los
docentes. O se es parte del gobierno o se representa a los trabajadores. No se
puede ser juez y parte al mismo tiempo.
Es por ello, que frente a este nuevo atropello a los derechos salariales
de los docentes, Baradel se limitó a twittear: "La cláusula gatillo será abonada el 7 de febrero y el Suteba
demanda que se abone el remanente de deuda de diciembre, que es parte del
salario de los docentes".
Este es todo su reclamo. En otros tiempos y con otro gobierno ya se
habría decretado paro y no se comenzarían las clases. Pero ahora, el compañero
Baradel tiene otros compromisos y los docentes somos nuevamente burlados y
postergados.
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