UNA CLARA ADVERTENCIA
Marruecos, en las palabras de su rey, realizó una
demostración de fuerza y determinación nacional que tiene mucho de advertencia
a sus rivales regionales.
Aprovechando el discurso de la conmemoración del 39°
Aniversario de la Marcha Verde, que marcó la recuperación de la soberanía
marroquí sobre sus provincias saharianas hasta entonces (1975) usurpadas por
España, Mohammed VI dejó muy en claro hasta donde llegará la tolerancia del
Reino Alauí frente a las injustificadas demandas y las continuas provocaciones
y desafíos a su soberanía en la región del Sáhara.
El discurso comenzó con un explícito llamado a la
unidad nacional, por encima de las diferencias tribales o étnicas, diciendo
todos somos iguales, todos somos marroquíes antes que yeblí, rifeños,
saharauis, susís, etc.
Para que nadie tenga duda alguna de la determinación
marroquí dijo el Rey: “El Sáhara es la
causa de todos los marroquíes (…)” “El Sáhara es una cuestión existencias y no
de fronteras.”
El monarca respondió cada uno de los argumentos de
quienes cuestionan desde el extranjero la soberanía marroquí en el Sáhara. Así,
por ejemplo, frente a quienes denuncian la explotación de los recursos
naturales del Sáhara por parte de Marruecos, después de hacer un pormenorizado
análisis de la cuestión, aclaró el rey: “Los
marroquíes han asumido el costo del desarrollo de las provincias del Sur;
sacaron el dinero de sus bolsillos y del sustento de sus hijos para que sus
hermanos en el Sur pudieran vivir con dignidad.”
Luego, exponiendo con claridad hasta donde está dispuesto a llegar
Marruecos en sus concesiones en el Sáhara, precisó Mohammed VI: “Marruecos no tiene ningún complejo en negociar directamente o a través de
las Naciones Unidas con quien sea. Sin embargo, hay que insistir aquí, que la
soberanía de Marruecos sobre la totalidad de sus territorios es firme y
completamente inalienable.”
Aclarando enfáticamente: “La iniciativa de autonomía es lo máximo que Marruecos puede ofrecer, en el marco de la negociación, con el fin de hallar una solución definitiva a este conflicto regional.”
PRINCIPIOS RECTORES
Finalmente, el
monarca enuncio cuatro principios rectores que marcan la posición de Marruecos
sobre el conflicto del Sáhara:
“· No a los intentos de desvirtuar
este diferendo regional, presentándolo como una cuestión de descolonización. En
efecto, Marruecos nunca fue una fuerza ocupante o una potencia administradora
en su Sáhara; todo lo contrario, el mismo ejerce su soberanía sobre su
territorio;
·
No a cualquier
intento de revisar los principios y criterios de negociación, ni a cualquier
tentativa de reconsiderar la misión de la MINURSO o ampliar sus prerrogativas
para incluir la cuestión del control de los derechos humanos;
· No a la complacencia con la verdadera parte en este conflicto y a la
evasión de sus responsabilidades;
· No a cualquier intento de establecer paralelismos entre un Estado miembro
de las Naciones Unidas y un movimiento separatista y, mucho menos, a la
legitimación del estado sin ley imperante en Tinduf”
Concluyendo su
extensa alocución el monarca marroquí no dudó en responsabilizar al gobierno
argelino por impedir que se arribe a una solución realista en la cuestión del
Sáhara. Así señaló: “… sin
responsabilizar a Argelia, principal parte en este conflicto, no se llegará a
ninguna solución; del mismo modo que en ausencia de una visión responsable de
la tensa realidad securitaria que conoce la región, no habrá estabilidad alguna.”
En un claro
mensaje a los diversos funcionarios de Naciones Unidas, Mohammed VI señaló: “Se equivoca quien crea que solucionar la
cuestión del Sáhara consistirá en elaborar ciertos informes técnicos o en
recomendaciones confusas, todo basado en el intento de conciliar las
reivindicaciones de las distintas partes”.
Para que a
nadie le quede duda alguna sobre esta cuestión, el rey lo dijo con todas las
letras: “Marruecos va a permanecer en el
Sáhara y el Sáhara en Marruecos hasta el fin de la existencia.”
Después de
una declaración de tal firmeza poco queda por agregar. Son ahora los dirigentes
argelinos y los líderes del Frente Polisario los que deben tomar nota y
entender de una vez por todas que la paciencia de Marruecos parece haber
arribado a un límite y que no hay margen para más maniobras diplomáticas ni más
amenazas.
También
deben tomar nota los funcionarios de Naciones Unidas de que Marruecos está dispuesto a llegar hasta negociación de un
estatuto de autonomía pero que nunca, bajo ningún concepto aceptará renunciar a
su soberanía sobre las provincias del Sur.
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