La pandemia del
COVID 19 no detiene la política del Rey de Marruecos Mohammed VI destinada a
crear un África dueña de su propio destino.
El Rey
de Marruecos Mohammed VI ha demostrado que ni la pandemia de coronavirus detiene
su política africana.
En
entrevistas telefónicas con el presidente de la República de Costa del Marfil,
Alassane Dramane y el presidente de la República de Senegal, Macky Sall, el
monarca alauí propuso el lanzamiento de una Iniciativa de los Jefes de Estado
africanos destinada a establecer un marco operacional para apoyar a los mandatarios
de la región en la gestión de la pandemia del COVID 19.
Se
trata de una iniciativa realista y orientada a la acción, que permite el
intercambio de experiencias y de las prácticas correctas para hacer frente al
desafío sanitario, económico y social provocado por el virus. El Rey Mohammed
VI entiende claramente que para enfrentar a una pandemia global, en un mundo
interconectado como el actual, todos los países necesitan de la colaboración
con los otros Estados. En especial en un continente como el africano donde las
fronteras son particularmente porosas y los intercambios humanos sumamente
fluidos.
Desde el comienzo del reinado de Mohamed VI, en 1999,
Marruecos se ha caracterizado por una política exterior dirigida a desarrollo
sostenible y cooperativo, al fortalecimiento de las relaciones sur – sur y a
priorizar los vínculos con África.
Esta política
comenzó con la cada vez mayor intervención de tropas marroquíes en las misiones
de paz de Naciones Unidas en el continente y con el otorgamiento de becas para
estudiantes africanos
Actualmente,
Marruecos, con 1.700 millones de dólares en inversiones, es el segundo inversor
africano en el continente, después de Sudáfrica y aspira a convertirse en el
primero.
Las inversiones
marroquíes en África se distinguen por su variedad y riqueza sectorial, a la
imagen de los servicios que constituyen un componente esencial de la demanda
africana. El cúmulo de las inversiones marroquíes se centran especialmente en
el sector de la construcción y obras públicas, TIC, servicios bancarios,
electrificación, industria farmacéutica, transporte aéreo, minas, seguros y
telecomunicaciones.
La presencia de
Mohammed VI acompañado de delegaciones de funcionarios y empresarios marroquíes
se hizo algo habitual en los países de la región. Cada visita del monarca alauí
a un país africano dejaba al país anfitrión un saldo de donaciones y ventajosos
convenios de cooperación bilateral.
Marruecos ha
suscripto una serie de acuerdos regionales para el libre intercambio de
mercancías y para favorecer las inversiones entre el Reino y el resto del
continente africano. Desde 1956 a 1999 se firmaron 515 acuerdos con los países
africanos; mientras que, desde entonces, han sido 949 los acuerdos firmados
hasta la fecha, es decir, más del doble. Esos acuerdos abarcan todo tipo en
materias que van desde los intercambios meramente comerciales a la colaboración
de materias concretas como la educación o la cultura.
Marruecos se
ha convertido, en las últimas décadas, en una potencia económica y diplomática
dentro de África, lo que se tradujo en la imposibilidad de que el Reino se
mantuviera ausente de la escena diplomática continental o de su organización la
Unión Africana. Marruecos propició la creación de este organismo por impulso
del entonces rey Mohamed V que convocó a la Conferencia de Casablanca,
en 1961, y luego se incorporó a la entonces Organización de la Unidad Africana
(OUA) en 1963, y de la cual se alejó en 1984 por acciones que amenazaban su
soberanía territorial.
En 2016, el
rey Mohamed VI, en su discurso de conmemoración de un nuevo aniversario
de “La Marcha Verde”, que permitió a Marruecos recuperar su
integridad territorial al restablecer su soberanía sobre las provincias del
Sur, en 1975, largamente usurpadas por España, aclaró: “El regreso de Marruecos
a la Unión Africana no es una decisión táctica, ni debida a cálculos
coyunturales. Es más bien una decisión lógica resultante de una profunda
reflexión. Así pues, al anunciar nuestra vuelta, no pedimos el permiso de nadie
para obtener nuestro legítimo derecho.”
Este regreso
se concretó en enero de 2017 y en ese mismo año Mohamed VI fue nombrado
como “Líder de la Unión Africana sobre la Cuestión de la Migración”.
En 2018, en
la XXIII Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo del Bloque Panafricano como
preludio de la XXX Cumbre de la Unión Africana, realizada en la ciudad de Addis
Abeba, Etiopia, Marruecos fue designado miembro del Consejo de Paz y Seguridad
de la Unión Africana, máximo organismo de la entidad regional.
Marruecos ha establecido estrechas relaciones con
algunos importantes países africanos, a cuyos ciudadanos ha exonerado de visado
para ingresar a su territorio: Argelia, Congo, Costa de Marfil, Guinea Conakry,
Libia, Mali, Níger, Senegal y Túnez. De esta manera, puede ser más fácil para
una empresa instalada en Marruecos reunirse en este país con sus clientes
africanos que en un país europeo, ya que éstos suelen tener condiciones de
entrada más restrictivas para los visitantes extracomunitarios.
Marruecos fortalece la cooperación Sur – Sur,
destinado aproximadamente trescientos millones de euros anuales en ayuda
pública al desarrollo de África que se canalizan a través de distintos cauces
de cooperación institucional como la Agencia Marroquí de Cooperación
Internacional (AMCI), órgano encargado de programas tripartitos de cooperación
en los que interviene el Reino como canalizador de la ayuda, otro país africano
como beneficiario y un tercer país u organismo internacional como donante.
Además, existen otras fundaciones de inversión
marroquíes como la Fundación de
Desarrollo Industrial y de Inversiones y la Fundación Hassan II que favorecen la concreción de proyectos en
determinados sectores, tanto a nivel local como a nivel internacional, siempre
que estén dirigidos por una empresa marroquí. Por otro lado, Marruecos también
forma parte de la Fundación África 50
que facilita la inversión en aquellos proyectos destinados a mejorar las
infraestructuras del continente.
Gracias a la
COP22, 26 países africanos han firmado la Promesa
de Marrakech de Fomentar Mercados de Capital Verde en África destinados a
financiar proyectos de energías renovables.
Marruecos, de la mano del Rey Mohammed VI se ha transformado
en un país pujante que día a día se convierte en una verdadera potencia
regional en África y hoy lo demuestra a ser el primer Jefe de Estado del
continente en impulsar una iniciativa africana para enfrentar la pandemia del
coronavirus que amenaza al mundo.
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