Un nuevo movimiento político formado por
saharauis surge como una instancia superadora que podría sacar al diferendo sobre
el Sáhara de un estancamiento de más de cuatro décadas.
La
aparición del Movimiento Saharaui por la Paz, un nuevo nucleamiento político
que disputa al Frente Polisario la representación de la población marroquí de
origen saharaui, abre la posibilidad de nuevas instancias de diálogo que
permitan concretar el retorno de esas personas la territorio patrio para vivir
en un régimen de autonomía dejando las condiciones infrahumanas de los
campamentos de Tinduf, hoy bajo el control de Argelia y las milicias
polisarias.
El
miércoles pasado, un centenar de políticos y luchadores por los derechos
humanos de origen saharaui han constituido un nucleamiento denominado
Movimiento Saharaui por la Paz como instancia superadora del agotado Frente
Polisario.
Entre
los fundadores del nuevo Movimiento figuran descendientes de miembros de la
Asamblea de Notables de la etapa colonial española y miembros de la Iniciativa
Saharaui por el Cambio, hasta ahora una corriente crítica dentro del Frente
Polisario que intentó sin éxito llevar a cabo algunas reformas democratizadoras
desde interior de ese partido y expresos políticos recientemente salidos de las
cárceles de Tinduf, aun con el recuerdo fresco de la brutalidad y torturas de
los separatistas.
Los
fundadores de la nueva agrupación han lanzado un amplio llamamiento a todos los
saharauis a “adherirse” y “participar sin exclusiones ni
discriminaciones de ningún tipo” para lograr una solución al conflicto que “desde
hace décadas ha estado hipotecando la paz, la integración y el desarrollo de
los pueblos del Magreb Árabe”.
El
Movimiento Saharaui por la Paz se propone concretar “un plan de
reconstrucción integral, la puesta en marcha de nuevos proyectos de desarrollo
e infraestructuras socioeconómicas y por último el retorno de los refugiados
saharauis en condiciones de libertad y dignidad”.
“Entre
los principios y valores que asume el Movimiento Saharaui por la Paz destaca la
defensa de la convivencia, la igualdad, el reparto equitativo de la riqueza,
así como la protección de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales
de la población”, ha señalado, antes de desvelar que su lema será:
“Paz, Justicia, Concordia”.
En
este sentido, ha destacado que sus autoridades se pondrán en contacto con
Naciones, Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, España, Marruecos, el
Frente Polisario, Argelia, Mauritania, Francia y los Estados Unidos para
intentar concretar una solución a la cuestión del Sáhara.
Por
último, ha confirmado que su primer congreso tendrá lugar durante los próximos
dos años. Mientras tanto, la representación del Movimiento Saharaui por la Paz
estará en manos de una comisión política integrada por trece miembros, entre
los cuales se designará un Primer Secretario como máxima autoridad provisional
para coordinar las acciones del Movimiento.
La
aparición del Movimiento Saharaui por la Paz es una consecuencia directa de la
falta de democracia y del régimen estalinista que impera dentro del Frente
Polisario donde todas las decisiones e iniciativas deben consultarse con Argel
y solo se llevan a cabo aquellas actividades que benefician de alguna manera a
un liderazgo gerontocrático, que no vive en los campamentos sino que, tras enriquecerse
durante años rapiñando la ayuda humanitaria recibida del extranjero, hoy
disfrutan de sus privilegios viviendo entre España y Argelia.
Con la
aparición del Movimiento Saharaui por la Paz, el Frente Polisario pierde el
argumento que ha esgrimido desde su creación de ser el único representante del
pueblo saharaui, y por lo tanto la única voz de esta minoría étnica frente al
mundo y en los organismos internacionales
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