Un político izquierdista chileno, ligado
estrechamente al presidente electo Alberto Fernández, es el mentor y principal
impulsor del grupo de autodefensa de los líderes populistas latinoamericanos.
El Grupo
de Puebla, un variopinto conglomerado que reúne a más de treinta líderes
populistas de doce países latinoamericanos se ha reunido este fin de semana (8
al 10 de noviembre) en el Hotel Emperador de la Ciudad de Buenos Aires para
llevar a cabo su segundo encuentro, bajo el lema “El progresismo es el
cambio”.
Nacido
entre el 12 y el 14 de julio de 2019, en la ciudad de Puebla, México, entre su integrantes figuran los ex presidentes Dilma
Rousseff, Rafael Correa, Fernando Lugo, José “Pepe” Mujica, Ernesto Samper,
Leonel Fernández y el ex jefe de gobierno español José Rodríguez Zapatero, el
vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, el ex canciller brasileño
Celso Amorín, la ecuatoriana Gabriela Rivadeneira, el ex candidato a la
presidencia del Frente Amplio de Uruguay Daniel Martínez, la presidente del
partido oficialista mexicano MORENA, Yidckol Polevnsky, el ex secretario
general de la OEA, José Miguel Insulza, el ex candidato presidencial brasileño
Fernando Haddad, el senador chileno Alejandro Navarro, el presidente del
partido Progresista Camilo Lagos, la diputada comunista Karol Cariola, los
representantes argentinos son Felipe Solá, Jorge Taiana, Carlos Tomada y Julián
Domínguez además de Alberto Fernández.
UNA
CITA PARA EL PROGRESISMO LOCAL
El
panel de apertura estuvo integrado por Marco Enríquez Ominami, que actuó como
maestro de ceremonias, la expresidente brasileña Dilma Rousseff, el presidente
electo Alberto Fernández, el expresidente colombiano Ernesto Samper y el exsenador
y ex jefe de gabinete de Rousseff, Aloizio Mercadante.
Además,
de los integrantes del Grupo de Puebla al encuentro, que se realizó en un clima
de euforia y mucha expectativa, asistieron diversas figuras de la izquierda
local. En especial, aquellos que aspiran a ocupar cargos en el próximo gobierno
del Frente de Todos o estrechas relaciones con el nuevo poder.
Los exradicales
devenidos en kirchneristas Leopoldo Moreau, Gustavo López y Carlos Raimundi;
los intendentes bonaerenses Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, Juanchi Zabaleta de Hurlingham, Gabriel Katopodis de
San Martín y Mariano Cascallares de Almirante Brown, el exsenador Juan Manuel
Abal Medina, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, Gabriel
Fucks y Ariel Basteiro, el diputado nacional Guillermo Carmona, el exsecretario
de Integración y Mercosur de la Cancillería, Eduardo Sigal, la ex secretaria de
Integración Nacional, María del Carmen Alarcón, los dirigentes sindicales de
Suteba y la CTA, Roberto Baradel y Hugo Yasky, el ex embajador Eduardo Valdés,
los diputados Daniel Arroyo, Victoria Donda y Daniel Filmus, la senadora y ex
candidata a gobernadora de Mendoza, Anabel Fernández Sagasti, la legisladora
porteña Luana Volnovich, la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone; y
la abogada de la piquetera Milagro Sala y dirigente del Frente Patria Grande,
Elizabeth Gómez Alcorta.
Todos
los asistentes parecían muy contentos de ratificar sus credenciales de
políticos progresistas muy a tono con el clima de cambio que se vive en la
región.
Cabe
destacar que aunque el Grupo de Puebla reivindica a los políticos populistas
más cuestionados por corrupción, prácticas dictatoriales o incluso vínculos con
el narcotráfico, como son Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Luis Inacio “Lula” da
Silva, Evo Morales o incluso Cristina Fernández de Kirchner, no ha incorporado
a ninguno de ellos. Los cual no deja de ser una forma sutil de tomar distancia
de estos.
Tampoco
hay en sus filas ningún representante oficial del gobierno de Cuba, aunque la
mayoría de sus miembros tienen sólidos lazos con La Habana.
Las
actividades de Grupo de Puebla son seguidas y difundidas por las agencias de
noticias tales como el chavista Telesur, la agencia oficial cubana Prensa
Latina, la rusa RT y Spunik y hasta el canal iraní Hispan TV.
El
Grupo de Puebla ha surgido ante la necesidad de la izquierda latinoamericana de
mejorar su imagen y responder a las críticas por los errores y la corrupción
generalizada de los gobiernos populistas.
En América
Latina, los gobiernos de izquierda se han convertido en sinónimo de prácticas fraude
electoral, persecución a la prensa y a los sectores opositores. Como así
también del desmesurado enriquecimiento de presidentes que se niegan a dejar
sus cargos.
ENRÍQUEZ
OMINAMI
El
verdadero mentor del Grupo de Puebla es el cineasta y político chileno Marco
Enríquez – Ominami perteneciente a una tradicional familia de la izquierda
revolucionaria chilena. Su abuelo,
Edgardo Enríquez Frödden, era un ex marino, médico y ministro de Educación de
Salvador Allende. Su abuela, Raquel Espinosa Townsend era abogada. Su padre,
Miguel Enríquez Espinosa (1944 – 1974), también médico fue uno de los fundadores
y Secretario General del Movimiento de Izquierda Revolucionaria el 14 agosto de
1965. Un grupo terrorista chileno que actuó tanto durante el gobierno
constitucional de Salvador Allende como en la dictadura de Augusto Pinochet
Ugarte.
El MIR
chileno junto al Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario
del Pueblo de Argentina, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros de
Uruguay y el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia formaron a comienzos de
la década de 1970 la Junta Coordinadora Revolucionaria para impulsar la lucha
armada en el cono sur de América.
Miguel
Enríquez era el equivalente a Roberto Santucho en Argentina, fue muerto y
desparecido por el ejército chileno el 5 de octubre de 1974. El gobierno cubano
ha bautizado un hospital con el nombre de Miguel Enríquez Espinosa en su honor.
Su hermano mayor Edgardo Enríquez Espinoza, alias “El pollo” también integrante
del MIR, fue detenido en Buenos Aires el 10 de abril de 1976, cuando ejercía la
dirección de la Junta Coordinadora Revolucionaria, supuestamente por la Policía
Federal Argentina y personal de la DINA chilena y continua como desparecido.
Nacido
en 1973, MEO (como lo denominan sus seguidores), conoció el exilio desde su
infancia. Su madre Manuela Gumucio lo llevó a París, en 1975, poco después de
la muerte de su padre. Pronto su madre comenzó una relación con el político socialista
Carlos Ominami Pascual, que luego sería ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción
del presidente Patricio Aylwin y senador por la Concertación de Partidos por la
Democracia. En 1985, los tres regresan juntos a Chile y Marco, que había sido
adoptado por el nuevo esposo de su madre, cambiará su apellido agregando el de
Ominami.
Miembro
del Partido Socialista entre 1990 y 2009, fue diputado entre 2006 y 2010. En
2009 renunció al partido para participar como candidato independiente en las
elecciones presidenciales de ese año. En 2010, fundó el Partido Progresista que
lo nominó nuevamente como su candidato en 2013 y 2017. En todas las competencias
presidenciales se situó tercero, aunque en 2017 obtuvo tan sólo 5,70% de los
votos.
Marco
Enríquez – Ominami fue procesado en dos casos por corrupción. El primero por el uso en la campaña presidencial del avión
privado de Grupo OAS, un conglomerado sospechado de cohecho. El 2016, fue
nuevamente procesado por financiamiento irregular de la política por parte de
la empresa minera Sociedad Química y Minera de Chile (SQM).
Sus
estudios en Francia, su militancia socialista y el apoyo de su padrastro Carlos
Ominami le proporcionaron sólidos vínculos con los partidos de la Internacional
Socialista. Al mismo tiempo, de su padre biológico y su familia heredó una
relación privilegiada con el gobierno de Cuba. Marco Enríquez – Ominami ha
sabido aprovechar muy bien esta herencia para convertirse en un hombre contacto
en todos los círculos de la izquierda latinoamericana.
Alberto
Fernández y Marco Enríquez – Ominami comparten una amistad de antigua data y el
político chileno ha actuado como operador para lograr que el entonces candidato
presidencial argentino fuera recibido en visitas privadas por el presidente de
gobierno español Pedro Sánchez y el primer ministro portugués Antonio Costa.
Marco
Enríquez Ominami es el hombre que mueve los hilos del Grupo de Puebla y al que habrá
que seguir en los próximos años para comprender hacia donde se dirige la
izquierda latinoamericana.
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