Su
Majestad el Rey de Marruecos, Mohammed VI, Amir Al Muminin (Comendador de los
Creyentes), presidirá la velada religiosa de Laylat Al-Qadr este 27 de marzo de
2025, pese a las limitaciones físicas que enfrenta tras una reciente
intervención quirúrgica en el hombro izquierdo. La ceremonia, que conmemora la
noche sagrada del Ramadán, será retransmitida en directo por radio y
televisión, permitiendo que los fieles sigan la oración de Al-Icha y los
Tarawih, que el monarca realizará en posición sentada.
El
Ministerio de la Casa Real, Protocolo y Cancillería ha informado que, debido a
su estado de convalecencia, el soberano ha debido adaptar su participación en
los actos religiosos y públicos. Su Majestad en aplicación del versículo
coránico: “que recuerdan a Alá de pie, sentados o echados”, cumplirá la oración
de Al-Icha y los Tarawih en posición sentada. La recuperación de Mohammed VI,
de 61 años, ha condicionado su presencia en actividades que exigen largos
periodos de pie o movimientos extensos.
La
presencia de sus hijos en actos de Ramadán
Ante
la ausencia física del monarca en los eventos públicos, sus hijos, el príncipe
heredero Moulay El Hassan y su hermana Lala Jadiya, han asumido un rol más
activo en las tradiciones del Ramadán. A inicios de marzo, ambos encabezaron la
entrega de ayuda a familias necesitadas en Rabat, en el marco de la Operación
Ramadán 1446, organizada por la Fundación Mohamed V para la Solidaridad. Este
gesto refuerza la continuidad de la familia real en sus deberes religiosos y
sociales.
La
campaña de ayuda prevé distribuir 35.000 toneladas de alimentos, valoradas en
más de 30 millones de euros, con especial atención a ancianos, viudas y
personas con discapacidad.
Impacto
de la sequía en las festividades religiosas
Otro
evento significativo en este Ramadán ha sido la cancelación de la Fiesta del
Cordero, que tradicionalmente se celebra 70 días después del fin del mes
sagrado. La decisión, tomada por el rey el 26 de febrero, se debe a la grave
sequía que afecta al país, provocando un aumento en el precio del ganado y
dificultando que muchas familias cumplan con la tradición. La última vez que se
suspendió esta celebración en Marruecos fue en 1996, bajo el reinado de Hassan
II.
Un
Ramadán marcado por cambios
La
convalecencia del rey Mohammed VI y la adaptación de sus compromisos religiosos
han marcado este Ramadán en Marruecos. La participación de sus hijos y las
medidas económicas para afrontar la crisis climática reflejan los desafíos que
enfrenta el país. No obstante, el mensaje real mantiene la continuidad de las
tradiciones y refuerza el compromiso con el bienestar de la población.
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