miércoles, 8 de enero de 2025

Ghana rompe relaciones con la RASD: una victoria diplomática para Marruecos y un duro golpe para el Frente Polisario


La reciente decisión del gobierno de Ghana de retirar el reconocimiento a la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) marca un hito en la lucha diplomática liderada por Marruecos y expone la creciente debilidad del Frente Polisario y su principal aliado, Argelia.

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La determinación adoptada por el gobierno de Ghana de retirar su reconocimiento a la inexistente RASD, comunicada oficialmente al Reino de Marruecos, reafirma el respaldo a la propuesta de autonomía marroquí para el Sáhara marroquí, considerada una solución realista, creíble y viable por la comunidad internacional.

Un cambio de postura con raíces profundas

Ghana, una de las más potentes democracias del África Occidental, reconoció a la RASD en 1979, en un contexto internacional marcado por la Guerra Fría y el auge de movimientos de liberación nacional. Sin embargo, la evolución del escenario político y económico global, así como las estratégicas alianzas diplomáticas forjadas por Marruecos, bajo el sabio liderazgo del rey Mohammed VI, han transformado el panorama.

Desde el año 2000, 46 países han dejado de reconocer a la RASD, 13 de ellos africanos, consolidando un patrón que resalta la absoluta falta de viabilidad política y jurídica de esta entidad y la debilidad de Argelia para sostenerla con sus débiles maniobras políticas.

La decisión de Ghana, coincidente con la toma de posesión del nuevo presidente del país, John Dramani Mahama. Es un nuevo cambio diplomático para la nación del África Occidental, que se produce en medio del fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Marruecos y Ghana, concretamente en los sectores comerciales e inversionistas, y que supondrá un punto de inflexión entre ambos Estados.

Por otra parte, refleja también, en el nuevo gobierno, una tendencia hacia la sensatez y la búsqueda de alianzas pragmáticas con Estados consolidados. Marruecos, a través de su activa diplomacia, ha logrado posicionarse como un socio estratégico en África, destacándose por su liderazgo en materia de preservación del medio ambiente, protección a los inmigrantes, iniciativas de desarrollo y cooperación económica.

La decadencia del Frente Polisario y el aislamiento de Argelia

El Frente Polisario, que formalmente se considera en una autoproclamada guerra con el Reino de Marruecos, enfrenta una crisis existencial sin precedentes. A nivel interno, la conducción autocrática de sus líderes históricos ha generado disidencias significativas, la más trascendente de ellas es el Movimiento Saharaui por la Paz que dirige el notable saharaui Hach Ahmed Bericalla desde su exilio en España.

Mientras que las condiciones de vida en los campamentos de Tinduf, en Argelia, una de las zonas más inhóspitas para el hombre del planeta, se deteriora día a día, se hacen cada vez más frecuentes las con protestas, criminalidad y descontento generalizado entre los jóvenes.

Protestas que las operaciones represivas y los encarcelamientos de activistas por parte de la gendarmería del Polisario y el personal de seguridad argelino no logran acallar ni ocultar.

En el ámbito internacional, la pérdida de apoyo en foros y el declive de su financiamiento por el desinterés manifiesto de muchos de los aliados de izquierda que ya no pueden disimular el carácter dictatorial que ha adquirido la jerarquía del Polisario, evidencian y explican su aislamiento creciente. Incluso aliados tradicionales como Rusia y Venezuela no han logrado contrarrestar este declive.

Por su parte, Argelia, que instrumentaliza el conflicto del Sáhara en su rivalidad con Marruecos, enfrenta un dilema. Su apoyo incondicional al Polisario se ve cada vez más cuestionado frente al ascenso de Marruecos como potencia regional. Este desgaste pone en evidencia la incapacidad de los separatistas y sus aliados para ofrecer una alternativa viable a los saharauis más allá de la retórica y la dependencia de la ayuda internacional.

El plan de autonomía marroquí, una solución consolidada

El Plan de Autonomía presentado por Marruecos, en 2007, ante Naciones Unidas, desde entonces ha ganado un respaldo significativo, logrando el apoyo de más de cien países, entre ellos potencias emblemáticas como Estados Unidos, España, Francia, Alemania, etc. y países africanos como Sierra Leona y ahora Ghana.

La Propuesta para la Negociación de un Plan de Autonomía para la región del Sáhara, tiene por objeto garantizar la seguridad, bienestar y prosperidad de la población saharaui bajo la soberanía marroquí, una visión que contrasta con el fracaso del Frente Polisario y Argelia en proporcionar condiciones dignas para los saharauis en los campamentos.

La ruptura de relaciones entre Ghana y la RASD refuerza la legitimidad de esta propuesta y debilita aún más la posición del Polisario en la arena internacional. En un mundo cada vez más conectado y pragmático, la realidad es clara: el único camino hacia una solución duradera en el Sáhara pasa por el reconocimiento de la soberanía de Marruecos y la implementación de su plan de autonomía.

Conclusión:

La decisión de Ghana es una victoria para la diplomacia marroquí, que bajo la sabia dirección del rey Mohammed VI, ha logrado consolidar una red de apoyo internacional que eclipsa los esfuerzos del Frente Polisario y sus aliados. Este cambio reafirma el liderazgo de Marruecos en África y pone de manifiesto que las soluciones reales surgen de la estabilidad, el desarrollo y la cooperación, no de entes ficticios ni de conflictos perpetuados.

 

jueves, 2 de enero de 2025

Las Reformas al Código de Familia de Marruecos: Un Paso Adelante en materia de Derechos Humanos


 

El Rey de Marruecos, Mohammed VI, impulsa una audaz reforma del Código de Familia, la segunda desde que asumió el trono en 1999, destinado a poner al Reino a la cabecera de los países islámicos en lo que hace al respeto por los derechos humanos, la igualdad de géneros y la modernización de la legislación familiar

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En una medida histórica que marca un hito en la evolución legislativa y social de Marruecos, el gobierno de Rabat, bajo la supervisión directa de su Majestad el Rey Mohammed VI, ha presentado una revisión exhaustiva del Código de Familia. En esta forma el monarca alauí reforma la legislación familiar por segunda vez en sus veinticinco años de reinado.

Este esfuerzo monumental, que abarca 139 propuestas de enmiendas, tiene como objetivo consolidar los derechos de las mujeres, proteger a los niños y modernizar las estructuras familiares dentro del marco de los valores islámicos y los compromisos internacionales en materia de derechos humanos asumidos libremente por el Reino. A continuación, analizamos los aspectos positivos más destacados de esta importante transformación legislativa.

1. Igualdad en la Custodia y la Tutela Legal

Uno de los cambios más significativos es, en caso de divorcio, el reconocimiento del derecho de la madre a la custodia de sus hijos incluso después de contraer un nuevo matrimonio. Anteriormente, esta situación resultaba en la pérdida de la custodia por parte de las madres. Además, por primera vez, las mujeres adquieren el derecho de tutela legal compartida sobre sus hijos durante y después del matrimonio, eliminando la necesidad de contar con el consentimiento del padre para decisiones cruciales como el cambio de colegio o la expedición de pasaportes.

 

2. Prohibición del Matrimonio Infantil

La nueva normativa establece la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, con excepciones restringidas a los 17 años bajo condiciones estrictas. Esta medida protege a los menores, particularmente a las niñas, de matrimonios prematuros y algunas veces forzados, una práctica que aún prevalecía en algunas áreas rurales.

 

3. Regulación Estricta de la Poligamia

Aunque la poligamia, una práctica de profunda raigambre en el mundo islámico y aceptado en el Sagrado Corán, no se elimina por completo, se implementan restricciones sin precedentes. Ahora, el consentimiento de la primera esposa es obligatorio y puede ser estipulado como condición en el contrato matrimonial. Además, solo se permitirá en casos excepcionales, como infertilidad de la primera esposa o enfermedades graves.

 

4. Reconocimiento del Trabajo Doméstico

El trabajo de la esposa dentro del hogar se considera una contribución valiosa al desarrollo de los bienes adquiridos durante el matrimonio. Este reconocimiento no solo dignifica el rol de la mujer, sino que también establece un precedente para una distribución más equitativa de los bienes en caso de divorcio.

 

5. Modernización de los Procesos Judiciales

La reforma introduce medios electrónicos para la notificación en casos de divorcio y repudio, acelerando los procedimientos y reduciendo la carga burocrática. Además, se establece un plazo máximo de seis meses para la resolución de casos de divorcio, garantizando una mayor celeridad y eficiencia.

 

6. Protección del Derecho a la Vivienda y la Herencia

En un avance notable, el domicilio conyugal queda excluido de la herencia, permitiendo que la esposa sobreviva al fallecimiento del esposo sin riesgo de perder su hogar. Además, se permite que los padres donen o hagan testamento a favor de sus hijas, ofreciendo una solución a la inequidad tradicional en las leyes de herencia.

 

7. Custodia Compartida y Derechos de los Niños

La custodia de los hijos se considera un derecho compartido entre ambos cónyuges durante el matrimonio y puede extenderse tras su disolución. Se fortalecen los derechos de los niños a permanecer en un ambiente estable, priorizando su interés superior.

 

8. Apertura hacia la Diversidad Cultural y Religiosa

Se permite a los marroquíes residentes en el extranjero contraer matrimonio sin la presencia de dos testigos musulmanes, una medida que refleja el compromiso del país con su diáspora y la diversidad. Asimismo, se abre la posibilidad de donaciones y testamentos entre cónyuges de diferentes religiones, un avance hacia una mayor inclusión.

 

9. Nuevas Instituciones y Políticas

La creación de una instancia de reconciliación para evitar el divorcio y la implementación de una “ventanilla única” en los tribunales de familia mejoran significativamente el acceso a la justicia y fomentan la estabilidad familiar.

 

Conclusión

La reforma del Código de Familia de Marruecos impulsada por Su Majestad Mohammed VI, constituye un paso adelante, valiente y significativo hacia la modernidad, la igualdad y el pleno respeto a los derechos humanos en el ámbito familiar.

Esta reforma equilibra los valores tradicionales islámicos con las demandas de una sociedad en evolución y en contacto con un mundo cambiante.

Una reforma de estas características constituye un desafío para cualquier gobierno porque habitualmente involucra críticas y debates. Siempre habrá sectores conservadores aferrados a costumbres centenarias que censuren los cambios por considerarlos muy audaces. Mientras que otros sectores más inclinados a la modernización y la superación de algunas prácticas censurables consideraran que los cambios no son suficientes.

Pero, es innegable que estas enmiendas impulsadas por el Rey Mohammed VI representan un avance crucial en la protección de los derechos de las mujeres y los niños, consolidando a Marruecos como líder regional en el camino hacia la justicia social.