EN TORNO A LA CIENCIA DE
LA SEGURIDAD
Por el Prof. Dr. Adalberto C. Agozino
En las últimas décadas las actividades vinculadas con la seguridad se han
profesionalizado y alcanzado nivel universitario. Sin embargo, todavía no
existe un cuerpo teórico sobre la seguridad que acompañe esa evolución. En el
presente artículo pretendemos aportar algunas ideas en permitan avanzar en este
sentido
EL CONCEPTO DE
SEGURIDADEl término castellano seguridad proviene etimológicamente del vocablo latino secur – tas, el cual deriva del securus –de secura-, formado a partir de sine (que significa sin) y cura (cuidado, ansiedad, esfuerzo, preocupación).Etimológicamente significaríaestar libre de cuidados.
En inglés, la palabra safety tiene un significado similar al
de security. Amas se emplean para
referirse ala ausencia de peligro o riesgo. Sin embargo, safety tiene otras
connotaciones vinculadas con el estado físico, por ejemplo, ausencia de
lesiones, la seguridad del cuerpo y de los bienes.
La seguridad ha sido definida de
diversas formas. Por ejemplo, el Diccionario de Seguridad Metis proporciona
varias de estas definiciones:
Ø
“Estado,
actitud, método, actividad, cultura y conducta, que producen un efecto de paz,
tranquilidad y orden.”
Ø
“Conjunto
de medidas contra actos indeseables que trata de salvaguardar a la comunidad,
al individuo y sus bienes.”
Ø
“Sistema
de combinación de métodos, procedimientos, técnicas y elementos (físicos,
lógicos y psicológicos) diseñados para disuadir, detectar, denegar, demorar,
aceptar o reaccionar con respecto a la amenaza.”
Ø
“La
situación ambiental mediante la cual la integridad moral, social, física y
psicológica de las personas, las instalaciones y su patrimonio, se encuentra
cubierta o a salvo de inferencias o perturbaciones (riesgos) sustanciales, de
carácter natural, accidental, circunstancial o intencional.[1]
En esta forma descartamos totalmente las interpretaciones que hacen de la seguridad una sensación o percepción de la gente o un estado de la opinión pública generado por los medios de información al dar una difusión excesiva o distorsionada a ciertos delictivos o de violencia. Para refutar esta interpretación basta revisar las estadísticas criminales y los denominados “mapas del delito” para observar que los índices de criminalidad varían de un continente a otro, que la cantidad de asesinatos cada diez mil habitantes son distintos de un país a otro, que es más probable morir en forma violenta en Ciudad Juárez o Caracas que Brasilia o Santiago de Chile o que la cantidad de robos y asesinatos son mayores en ciertos barrios marginales que en desarrollos inmobiliarios cerrados dotados de vigilancia armada.
Si bien no descartamos la existencia de un factor psicológico que hace algunas personas sentirse más seguras o menos seguras en determinados momentos, afirmamos que la seguridad es una situación donde alguien o algo se encuentran relativamente protegidos de amenazas o riesgos y que la eficacia de esa protección puede ser evaluada mediante diversos procedimientos. En otras palabras la seguridad no es un estado subjetivo sino una situación objetiva.
CLASIFICACIÓN DE LA SEGURIDAD
Si bien la seguridad es una
totalidad sus actividades suelen desdoblarse en función de factores tales como
la naturaleza jurídica de la persona o personas que desarrollan las actividades
de protección o del tipo de bienes o actividades protegidos.
Clasificación
de la seguridad en función del prestador
a) Seguridad Pública:
Hablamos de
Seguridad Pública cuando las tareas de protección están en manos exclusivas del
Estado y de funcionarios públicos que se desempeñan en agencias de aplicación
de la ley y el poder judicial.
El Diccionario
de Seguridad Metis, define a la seguridad pública diciendo que “su función,
como uno de los poderes inherentes al Estado, es la de conservar el orden
público, la vida, la libertad y los bienes de los ciudadanos sin rebasar la
norma dentro del marco de la ley. Esta constituida por los organismos
establecidos en Constitución y las leyes, que incluyen a las fuerzas del orden,
la justicia y los cuerpos de investigación quienes con actitud mesurada y en
colaboración, armónica evitan los estímulos
al crimen.
La seguridad pública tiene por eje central a las funciones llevadas a cabo los servicios de policía. Así pueden identificarse
-
Actividades
de prevención de ilícitos:
Comprenden
un conjunto de acciones proactivas destinadas a impedir la materialización de
actos delictivos anticipándose a la materialización de los mismos.
- Actividades de investigación judicial:
Comprenden
un conjunto de acciones reactivas destinadas a la identificación de los autores
de un delito que se ha materializado y del cual se ignora quienes son los
autores y cual ha sido el grado de participación en el hecho a los efectos de
ponerlos a disposición de la justicia.
-
Actividades
de contralor contravencional:
Comprende las
acciones que no están directamente vinculadas con el delito sino con el
cumplimiento de ordenanzas municipales, la aplicación de normas de tránsito y
otras regulaciones que hacen al ordenamiento de la vida social. Las violaciones
a este tipo de ordenanzas no constituyen delitos sino tan solo contravenciones.
Aunque, una contravención puede ocasionar al responsable sanciones de multa,
clausura, inhabilitación y hasta la detención por corto tiempo en
establecimientos penales.
De
acuerdo con la cultural de seguridad que ha desarrollado una determinada
sociedad a través de su historia, estas actividades son monopolizadas por una
sola agencia policial o se distribuyen en diversos organismos estatales o
locales.
En el
primer caso estaríamos en presencia de una organización policial basada en la
aplicación del denominado “modelo
napoleónico”, creado a partir de la Gendarmería francesa, en 1791. Este
modelo de manera esquemática, se caracteriza por la existencia de una
estructura militar, centralizada y extendida por todo el territorio nacional en
forma de una red al servicio del gobierno central. De suerte que la policía
estatal nacional monopoliza el ochenta por ciento de las funciones de seguridad
dejando tan sólo un veinte por ciento de esas funciones para los cuerpos
policiales locales.
En
los países donde se aplica esta modelo organizacional de la seguridad se otorga
mayor importancia a la represión del delito, y por tanto, se asume un accionar
reactivo. En Argentina la existencia de cuerpos de seguridad como la
Gendarmería Nacional o la Policía Federal Argentina responden a este modelo.
En
todo el mundo el modelo napoleónico se encuentra en franca revisión tanto por
las transformaciones sociales que se han producido desde el siglo XIX, como por
la estatización, el gigantismo y la burocratización que ha provocado en los
cuerpos policiales, hasta el punto de hacerlos inadecuados para las soluciones
que en materia de seguridad pública demandan las sociedades actuales.
En la
actualidad, la mayoría de los países de mayor desarrollo prefieren distribuir
las distintas funciones policiales en cuerpos de menores dimensiones
especializados en un tipo específico de funciones y dar mayor responsabilidad a
los cuerpos locales en el mantenimiento de la seguridad. En estos países
encontramos que las funciones de
seguridad se encuentran desdobladas en diversos organismos.
Las
tareas de prevención del delito aplicando medidas proactivas suele mantenerse
en manos de fuerzas nacionales de estructura militarizada como los Carabineros
de Chile, la Guardia Civil española, Carabinieri de Italia, Gendarmería Fía
Francesa o incluso la Policía Federal de Brasil. Por lo general se trata de las llamadas “fuerzas intermedias” de seguridad que
combinanla organización militar con las funciones policiales.
Las
acciones vinculadas con la investigación criminal, por el contrario, suelen
asignarse a agencias de aplicación de la ley donde imperan normas
disciplinarias y organizacionales menos rígidas, donde el énfasis se sitúa en
la flexibilidad del personal para adaptarse a las funciones de policía
científica y a una estrecha colaboración con el aparato judicial. En general se
trata de cuerpos de policía civil que desarrolla actividades reactivas frente
al delito. Como ejemplo de este tipo de agencias cabe citar, entre otras, a la
Policía de Investigaciones de Chile y las diversas policías civiles de Brasil.
El
contralor contravencional suele asignarse a cuerpos de policía comunal o
municipal con la misión de aplicar las regulaciones locales. En la mayoría de
estos cuerpos policiales, los funcionarios no portan armas y en los casos que
pueden involucrar violencia o peligro suelen requerir el auxilio de personal
armado perteneciente a otras agencias policiales.
En la
última década, algunos teóricos ha
comenzado a cuestionar la denominación de la expresión “seguridad pública”
prefiriendo denominaciones alternativas como “seguridad ciudadana” o “seguridad
humana”. Por lo cual nos parece oportuno hacer algunas referencias a esos
conceptos.
SEGURIDAD
CIUDADANA:
La seguridad ciudadana se basa en la participación de la comunidad en la solución de sus problemas de seguridad a través de la implementación de acciones concretas. En esta concepción la responsabilidad en la formulación de las políticas públicas de seguridad se desplaza del Estado a la comunidad.
Según el comisario general Adrián Juan Pelacchi es: “Un reconocimiento en la filosofía, misión y estructura organizativa que se apoya en las necesidades y los intereses de la comunidad y que busca servir dentro de la capacidad y recursos de las fuerzas policiales para cubrir esas necesidades. Se requiere un compromiso de consulta permanente con el público, que es el fundamento sobre el cual se basa el avanzado proceso de planificación y sobre el que se miden las subsiguientes revisiones de desempeño y responsabilidad.”[2]
El Diccionario de Seguridad define a la seguridad ciudadana como la “práctica racional cuya misión es la fraternidad, buena voluntad y la colaboración que acompaña el espíritu solidario de los ciudadanos. Equivale a asociaciones “parapoliciales” constituidas en un esfuerzo por compensar la insuficiencia de la seguridad pública para defensa de los bienes individuales y comunales contra las amenazas delincuenciales, o en auxilio en casos de urgencia o calamidad pública. Propende por la desaparición del peligro y la consolidación de un estado de tranquilidad y autonomía en el ejercicio de los derechos, deberes y libertades, dentro del orden legal lo que en suma significa ‘orden ciudadano’. Como lo señala la socióloga española Anna Alabart, es el “ejercicio por parte de los ciudadanos de sus derechos y libertades, lo cual se consigue demandando y obteniendo del Estado las garantías de una convivencia pacífica”.
SEGURIDAD
HUMANA
La seguridad humana se desarrolla como un concepto integral de seguridad. Mientras la noción de seguridad pública apunta principalmente a la seguridad del Estado, la seguridad humana se centra en el usuario final de la seguridad el ser humano. Por lo tanto, en el concepto de seguridad humana no es suficiente proteger al Estado para proteger al ser humano, es necesario también incorporar resguardos que protejan al ser humano de abusos por parte del Estado.
Uno de los puntos de partida en la consideración de la seguridad humana fue el “Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-“, a través del Informe sobre el Desarrollo Humano de 1994. A partir de allí una corriente de pensamiento comenzó a considerar que el objeto de la ciencia de la seguridad es la seguridad de las personas en sus vidas cotidianas, que se alcanza mediante el desarrollo humano y no mediante las estructuras tradicionales de seguridad.
En esta visión, los logros en materia de desarrollo humano permiten consolidar la seguridad humana, en tanto que el fracaso de tal desarrollo humano genera privación, hambre, tensiones étnicas, etc., y por tanto inseguridad y violencia. Por su parte, una mejora de la seguridad humana repercute favorablemente en el desarrollo.
Ante las nuevas amenazas, la visión tradicional de la seguridad pública basada en el control territorial, el empleo de las fuerzas armadas y de seguridad en conflictos convencionales vinculados con la supervivencia del Estado pierde vigencia. Frente a una concepción defensiva y limitada, el nuevo concepto de seguridad humana adquiere un carácter integrador y globalizador.
La seguridad humana no se basa en la eficacia de las fuerzas de seguridad sino en la satisfacción de las necesidades básicas de la población mediante la participación solidaria de todos los beneficiarios del desarrollo. En definitiva, puede decirse que el eje de la seguridad ha cambiado del control del territorio hacia la satisfacción de las necesidades de las personas. En consecuencia, frente a la visión tradicional centrada en la disuasión y el conflicto, se revaloriza la cooperación para el desarrollo internacional como vía para alcanzar la seguridad.
La seguridad humana tiene dos dimensiones básicas: la libertad respecto a las necesidades básicas y la libertad respecto al miedo. Las amenazas a la seguridad humana pueden ser crónicas (hambre, enfermedad, represión, etc.) o pueden consistir en perturbaciones repentinas de la vida cotidiana, y pueden deberse a factores naturales o humanos.
La seguridad humana implica un desafío importante, en la medida que requiere el empleo de análisis multidisciplinarios capaces de captar las causas complejas que determinan las condiciones de inseguridad de una persona. La seguridad deja de ser competencia exclusiva de la ciencia de la seguridad y entra en el campo de la economía, la ciencia política, la antropología o hasta de los enfoques de género.
Por otro lado, hablar de seguridad humana implica superar la visión etnocéntrica donde la preocupación principal se centraba en los problemas de seguridad de los países desarrollados del llamado primer mundo. La seguridad humana ofrece una concepción mucho más ajustada a la realidad de los países del Tercer Mundo. En muchos de estos países el Estado es una realidad débil, semifragmentada y carente de legitimidad, por lo que la seguridad de su territorialidad y soberanía puede tener poca vinculación con los intereses directos y cotidianos de sus ciudadanos acuciados por las carencias de sus necesidades básicas.
Hablar de seguridad humana, por lo tanto, plantea exigencias, objetivos y medios diferentes a los que se derivan meramente del concepto tradicional de seguridad.
b) Seguridad Privada
Hablamos de
seguridad privada cuando la protección es suministrada por entidades privadas
(empresas, cooperativas u ONGs) sin la directa intervención del Estado.
Normalmente las actividades de seguridad privada y sus prestadores son
reglamentados y controlados por el Estado. Según el Diccionario de Seguridad es
la “práctica racional de medidas activas y pasivas que por propia iniciativa
toman los particulares con el fin de limitar o neutralizar la amenaza que pesa
individualmente sobre ellos.”[3]
La seguridad
privada suele circunscribirse a las siguientes actividades:
1.- Vigilancia
Privada: Es la prestación de servicios que tiene como objetivo la seguridad de
personas, bienes y actividades lícitas de cualquier naturaleza. Incluye además
la actividad de seguridad, custodia o portería presentada en locales bailables,
confiterías y todo otro lugar destinado a la recreación.
3.- Custodias
de Bienes o Valores: Es la actividad destinada a satisfacer requisitos de
seguridad en edificios, casas centrales, agencias, sucursales, delegaciones,
como así también en bancos, entidades financieras y el transporte de caudales,
dinero, valores y mercaderías, realizados con medios propios o por terceros.
4.- Investigación:
Es la que procura información sobre hechos y actos públicos o privados
requeridos por cualquier persona física o jurídica en salvaguarda de sus
derechos e intereses legítimos. Las tareas de investigación privada podrán
ejercerse para los ámbitos civil, comercial y laboral. Podrán actuar en la
investigación de delitos solo a instancia de parte y con autorización de los
legitimaos en el proceso penal.
c) Seguridad Mixta:
Clasificación
de la seguridad según el tipo de actividad
En
función del campo de actividad al cual se aplican las medidas de protección
suele clasificarse a la seguridad en categorías tales como:
a) Seguridad Aeroportuaria:
Suele
denominarse en esta forma a una dimensión específica de la seguridad pública, y
comprende las acciones tendientes a resguardar y garantizar la seguridad
interior en el ámbito jurisdiccional aeroportuario a través de la prevención,
conjuración e investigación de los delitos e infracciones que estén previstos
en el Código Aeronáutico y las demás leyes de la Nación.[5]
La seguridad
aeroportuaria se ejerce sobre todas las áreas, sectores, personas y bienes de
un aeropuerto
b) Seguridad Bancaria:
Según el
Diccionario de Seguridad “es la práctica de prevención y protección a las
actividades del sistema bancario.”[6]
c) Seguridad Personal:
Según el
Diccionario de Seguridad “busca proveer la ausencia de temor mediante patrones
individuales de percepción del peligro, adopción de conductas de prevención
–previsión, predicción, preparación- ante los riesgos, medidas de protección
–disuasión, reacción- frente a la amenaza o la incertidumbre y preservación
–conservación de la vida o recuperación de la lesión- ante el ataque. Requiere
una actitud de control de los propios instintos, de la incomodidad o de la
adversidad, y un alto nivel de resilencia o capacidad del sistema individual
para recuperarse una vez ha sido afectado por un evento.”[7]
d) Seguridad Portuaria:
Según el
Diccionario de Seguridad está conformada por las “prácticas preventivas de protección
y preservación tanto de instalaciones fijas como de las naves, pasajeros,
bodegas y servicios relacionados con la actividad portuaria.
e) Seguridad Informática:
Es un campo de
la seguridad que se vincula con la protección de la infraestructura computacional
y todo lo vinculado con ésta –incluyendo la información contenida y los
usuarios-.
Existen
muchos otros campos de la seguridad además de los que hemos mencionado, como
ser la seguridad frente a siniestros, seguridad en los transportes, seguridad
geopolítica, etc.
¿HAY UNA CIENCIA
DE LA SEGURIDAD?
En
las últimas décadas, frente a la difusión de los estudios académicos referidos
a la seguridad muchos expertos han comenzado a preguntarse si existe una “ciencia de la seguridad” independiente
de otras disciplinas científicas o si la seguridad constituye tan sólo un campo
especializado de otra ciencia, como podría ser la ciencia política o la
sociología.
También
suelen interrogarse acerca de si el estudio de la seguridad compete a una
disciplina única o a un conjunto de disciplinas que comparten un mismo campo de
investigación y reflexión epistemológico.
En
este artículo trataremos de aportar algunos puntos de vista e idea que
contribuyan a esclarecer este debate.
Comenzaremos
por sostener que el estudio de la seguridad constituye un saber científico que
integra el amplio espectro de las ciencias sociales. Resulta indiscutible que
todos los fenómenos vinculados con la seguridad son en última instancia hechos
sociales. Por lo tanto surgen de las relaciones sociales que mantienen los
hombres entre sí. De hecho son relaciones sociales vinculadas con la protección
frente a daños intencionales o no.
En
las relaciones sociales que hacen a la seguridad alguien protege a otro que resulta
protegido de las acciones perjudiciales, dolosas o culposas, de un tercero o de
eventos dañinos provocados por la naturaleza. En conclusión, el campo del
quehacer de seguridad se relaciona con la protección y lo protegido. Por lo
cual podemos decir que la seguridad implica el desarrollo de conductas sociales
vinculadas con la protección de las personas, sus bienes, sus derechos.
Cada
ciencia puede definirse con referencia al método –un conjunto de procedimientos
para el estudio sistemático de cierto tema- o al contenido –un conjunto de
conocimientos verificados descubiertos con la ayuda de métodos científicos de
estudio-. Las ciencias sociales estudian
al hombre y su conducta social. En cada caso puede de hablarse de ciencia en la
medida en que se utilizan métodos científicos de estudio y se desarrolla un
cuerpo de conocimientos ciertos, fundados en la investigación científica.[8]
En conclusión,
las actividades vinculadas con la protección constituyen un conjunto de
conductas sociales vinculadas a un único tema que pueden ser investigadas a
través de la aplicación del método científico.
Por consiguiente,
podemos afirmar que existe una ciencia de la seguridad que forma parte del
amplio espectro de las ciencias sociales. Esta ciencia de la seguridad puede
ser definida como el conjunto sistemático de proposiciones y generalizaciones
basadas en el análisis riguroso de los hechos y fenómenos de la realidad que
hacen a la protección de las personas, sus bienes y derechos.
CONCLUSIONES
A
modo de conclusión enunciaremos las notas principales que hacen a la seguridad
como actividad humana:
·
Se trata de una
situación objetiva a alcanzar o mantener.
·
Implica proteger de los
daños producidos por amenazas y factores de riesgo.
·
Tiene un componente
psicosocial.
·
Esta condicionada por
factores políticos, económicos, culturales y sociales.
·
Comprende la acción
coordinada de los cuerpos de aplicación de la ley y las empresas privadas que
actúan en el sector.
·
Existe una Ciencia de la
Seguridad, con un objeto y método propio, que forma parte de las ciencias
sociales.
[1]LA
ROTTA ,
Luis Enrique: Consultor Didáctico
Diccionario de Seguridad Metis. Ed. Sicurex, Instituto de Seguridad Metis.
Colombia 2005, p. 563 a
564.
[2]
PELACCHI, Adrián Juan: Tratado sobre a
Seguridad Pública.Ed.
Policial.Bs. As. 2000, p. 281
[3]LA
ROTTA ,
Luis Enrique: Ob. Cit. p. 568
[4]
LOZADA, Martín: Seguridad privada.
Ed. Ábaco. Bs. As. 2000. P. 120 y 121.
[5]
PSA: Misiones y funciones de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. En
http://psa.gov.ar.html
[6]LA ROTTA , Luis Enrique: Ob. Cit.
p. 572.
[7]LA
ROTTA ,
Luis Enrique: Ob. Cit. p. 571-
[8]SIERRA BRAVO, Restituto: “Técnicas de investigación social. Teorías y
ejercicios”. Ed. Paraninfo. Madrid 1999. P. 42.
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