El Reino de Marruecos ha intensificado
en los últimos meses su apuesta diplomática por reforzar sus vínculos con
América Latina, una región que el reino alauí considera clave en su estrategia
de diversificación de alianzas y consolidación de apoyos en foros multilaterales.
Contenido
El
reconocimiento de Paraguay a la soberanía marroquí sobre el Sáhara y el
reciente encuentro entre el canciller argentino, Gerardo Werthein, y su
homólogo marroquí, Nasser Bourita, ilustran la nueva dinámica de acercamiento
político y económico entre ambas orillas del Atlántico.
Paraguay
da un espaldarazo decisivo a Rabat
El
23 de septiembre, en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York,
el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano,
anunció que su país reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara y
adelantó la inminente apertura de un consulado paraguayo en las provincias del
sur del reino
Se
trata de un gesto de enorme trascendencia para Rabat, que lleva décadas
desplegando esfuerzos diplomáticos para que gobiernos latinoamericanos apoyen
sus derechos soberanos sobre el Sáhara.
“Apoyamos
la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y tenemos la intención de abrir
pronto un consulado paraguayo en esta región”, afirmó Ramírez Lezcano,
subrayando además que el presidente paraguayo, Santiago Peña, planea visitar
Marruecos antes de que termine el año.
La
decisión sitúa a Paraguay en un grupo cada vez más amplio de países
latinoamericanos que, de forma explícita o implícita, respaldan la posición
marroquí. Este apoyo no solo consolida la legitimidad internacional de los
derechos soberanos de Marruecos sobre el Sáhara, sino que también abre la
puerta a nuevas oportunidades de cooperación en sectores estratégicos como la
energía, la agricultura y la seguridad alimentaria.
Argentina
y Marruecos, hacia una agenda estratégica común
Un
día antes, el 22 de septiembre, Nasser Bourita y Gerardo Werthein mantuvieron
un encuentro bilateral también en Nueva York, en los márgenes de la Asamblea
General de la ONU. El canciller argentino destacó la “amistad histórica”
entre ambas naciones y expresó la voluntad de Buenos Aires de estrechar la
cooperación en diversos ámbitos
La
reunión se desarrolló en un contexto en el que Marruecos ha reforzado su
liderazgo internacional en materia migratoria. Ante la Asamblea, Bourita
presentó los avances de su país en la gestión del fenómeno, defendiendo un
enfoque solidario y rechazando la politización del debate. Marruecos ha
promovido en los últimos años instrumentos continentales como la Agenda
Africana sobre Migración y ha convertido a Rabat en sede del Observatorio
Africano de la Migración.
Fuentes
diplomáticas consultadas subrayan que la sintonía con Argentina no se limita al
plano multilateral. “Existe un interés mutuo en avanzar en temas como la
innovación agrícola, la transición energética y la cooperación Sur-Sur”,
señalan, recordando que tanto Buenos Aires como Rabat buscan reforzar su
presencia en foros internacionales a través de alianzas diversificadas.
Una
apuesta por la proyección atlántica
El
giro diplomático hacia América Latina responde también a la estrategia
atlántica anunciada por el rey Mohamed VI, que concibe a Marruecos como un
puente entre África y el continente sudamericano. Rabat busca posicionarse como
un socio fiable en un espacio geopolítico en el que confluyen desafíos comunes:
seguridad alimentaria, cambio climático, gestión de flujos migratorios y
desarrollo de infraestructuras.
La
apertura de un consulado paraguayo en el Sáhara y el diálogo con Argentina se
suman a otras iniciativas de acercamiento que Marruecos ha desplegado en
Brasil, Chile y República Dominicana, con la intención de articular un bloque
latinoamericano favorable a sus intereses en organismos internacionales.
Un
tablero en transformación
El
reconocimiento de Paraguay y el acercamiento con Argentina marcan un punto de
inflexión en la política exterior marroquí hacia América Latina. En un contexto
global marcado por tensiones geopolíticas, Marruecos logra tejer una red de
alianzas que refuerza su posición en el escenario internacional.
Para
Asunción, el alineamiento con Rabat puede abrir la puerta a inversiones en
sectores productivos y a un mayor acceso a mercados africanos. Para Buenos
Aires, el entendimiento con Marruecos ofrece un socio estratégico con creciente
influencia en África y en el mundo árabe. Y para Rabat, ambos movimientos
consolidan un respaldo político que le permite encarar con mayor fuerza el
pulso diplomático en torno al Sáhara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario