martes, 23 de septiembre de 2025

Marruecos estrecha lazos con América Latina


 

El Reino de Marruecos ha intensificado en los últimos meses su apuesta diplomática por reforzar sus vínculos con América Latina, una región que el reino alauí considera clave en su estrategia de diversificación de alianzas y consolidación de apoyos en foros multilaterales.

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El reconocimiento de Paraguay a la soberanía marroquí sobre el Sáhara y el reciente encuentro entre el canciller argentino, Gerardo Werthein, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, ilustran la nueva dinámica de acercamiento político y económico entre ambas orillas del Atlántico.

Paraguay da un espaldarazo decisivo a Rabat

El 23 de septiembre, en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, anunció que su país reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara y adelantó la inminente apertura de un consulado paraguayo en las provincias del sur del reino

Se trata de un gesto de enorme trascendencia para Rabat, que lleva décadas desplegando esfuerzos diplomáticos para que gobiernos latinoamericanos apoyen sus derechos soberanos sobre el Sáhara.

“Apoyamos la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y tenemos la intención de abrir pronto un consulado paraguayo en esta región”, afirmó Ramírez Lezcano, subrayando además que el presidente paraguayo, Santiago Peña, planea visitar Marruecos antes de que termine el año.

La decisión sitúa a Paraguay en un grupo cada vez más amplio de países latinoamericanos que, de forma explícita o implícita, respaldan la posición marroquí. Este apoyo no solo consolida la legitimidad internacional de los derechos soberanos de Marruecos sobre el Sáhara, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de cooperación en sectores estratégicos como la energía, la agricultura y la seguridad alimentaria.

Argentina y Marruecos, hacia una agenda estratégica común

Un día antes, el 22 de septiembre, Nasser Bourita y Gerardo Werthein mantuvieron un encuentro bilateral también en Nueva York, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU. El canciller argentino destacó la “amistad histórica” entre ambas naciones y expresó la voluntad de Buenos Aires de estrechar la cooperación en diversos ámbitos

La reunión se desarrolló en un contexto en el que Marruecos ha reforzado su liderazgo internacional en materia migratoria. Ante la Asamblea, Bourita presentó los avances de su país en la gestión del fenómeno, defendiendo un enfoque solidario y rechazando la politización del debate. Marruecos ha promovido en los últimos años instrumentos continentales como la Agenda Africana sobre Migración y ha convertido a Rabat en sede del Observatorio Africano de la Migración.

Fuentes diplomáticas consultadas subrayan que la sintonía con Argentina no se limita al plano multilateral. “Existe un interés mutuo en avanzar en temas como la innovación agrícola, la transición energética y la cooperación Sur-Sur”, señalan, recordando que tanto Buenos Aires como Rabat buscan reforzar su presencia en foros internacionales a través de alianzas diversificadas.

Una apuesta por la proyección atlántica

El giro diplomático hacia América Latina responde también a la estrategia atlántica anunciada por el rey Mohamed VI, que concibe a Marruecos como un puente entre África y el continente sudamericano. Rabat busca posicionarse como un socio fiable en un espacio geopolítico en el que confluyen desafíos comunes: seguridad alimentaria, cambio climático, gestión de flujos migratorios y desarrollo de infraestructuras.

La apertura de un consulado paraguayo en el Sáhara y el diálogo con Argentina se suman a otras iniciativas de acercamiento que Marruecos ha desplegado en Brasil, Chile y República Dominicana, con la intención de articular un bloque latinoamericano favorable a sus intereses en organismos internacionales.

Un tablero en transformación

El reconocimiento de Paraguay y el acercamiento con Argentina marcan un punto de inflexión en la política exterior marroquí hacia América Latina. En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, Marruecos logra tejer una red de alianzas que refuerza su posición en el escenario internacional.

Para Asunción, el alineamiento con Rabat puede abrir la puerta a inversiones en sectores productivos y a un mayor acceso a mercados africanos. Para Buenos Aires, el entendimiento con Marruecos ofrece un socio estratégico con creciente influencia en África y en el mundo árabe. Y para Rabat, ambos movimientos consolidan un respaldo político que le permite encarar con mayor fuerza el pulso diplomático en torno al Sáhara.

 

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